Sociedad de la Información
v “Sociedad que crece y
se desarrolla alrededor de la información y aporta un florecimiento general de
la creatividad intelectual humana, en lugar de un aumento del consumo
material”. Yoneji Masuda, La Sociedad Informatizada como sociedad post-industrial,
Tecno, 1994.
v “La sociedad de la
Información, más que un proyecto defino, es una aspiración: la del nuevo
entorno humano, en donde los conocimiento, su creación y propagación son el
elemento definitorio de las relaciones entre los individuos y empleado como
parte de la construcción del contexto para la Unión Europea” Raúl Tejo
Delarbre, La nueva alfombra mágica, Fundesco, 1996.
Características de sociedad de información
v Aumento de la información:
El aumento de la
información no solo está ligado al desarrollo del Internet, sino también a todo
tipo de tecnología digital que influya en la comunicación, como los
dispositivos utilizados por los medios de comunicación masivos para transmitir
data digital en todo el mundo.
v La información como recurso
económico: Los consumidores son elementos
fundamentales dentro de estas sociedades. Los ciudadanos se han convertido en
consumidores activos de información y, por tanto, se requiere una producción
constante de la misma para satisfacer sus necesidades.
v Infraestructura económica: La economía está estructurada específicamente para
que se distribuya y circule la información misma. Esto está estrechamente
relacionado a la influencia que tiene la información dentro del ámbito
económico de una sociedad.
Implicaciones
educativas
Frente a una sociedad preindustrial, analfabeta y
jerárquica, “de estructura ocupacional rígida y escasa densidad de
comunicaciones”, que caracterizaba a épocas pasadas, según el Informe para la
Unesco (1996), se alza una sociedad cada vez más industrial, básicamente
alfabetizada, claramente antijerárquica, de participación ciudadana e
intensamente comunicada.
En verdad que el sistema educativo no es precisamente
un ambiente en el que la tecnología tenga un papel relevante para las tareas
que allí se realizan. Es más, sus practicantes, tradicionalmente y salvo
honrosas excepciones, nos hemos mostrado bastante reacios a incorporar
novedades en nuestro estilo de hacer las cosas, como aprecia Adell (1997).
Rol del docente y del alumno
Alumnos: El profesor Cabero
(1996) mantenía, con razón, que las NTIC requieren un nuevo tipo de alumno:
“Alumno más preocupado por el proceso que por el producto, preparado para la
toma de decisiones y elección de su ruta de aprendizaje. En definitiva
preparado para el autoaprendizaje, lo cual abre un desafío a nuestro sistema
educativo, preocupado por la adquisición y memorización de información, y la
reproducción de la misma en función de patrones previamente establecidos”.
Maestros: Los maestros deben de
trabajar en una nueva configuración del proceso didáctico, en el que el saber
no tenga por qué recaer en el profesor y la función del alumno no sea la de
mero receptor de informaciones. Es cierto lo que se dice respecto de que
durante los períodos de cambio conviven ideas, principios y valores, sistemas y
medios de comunicación, procedentes de la cultura antigua y de la nueva.
Durante un tiempo, los viejos principios, modelos y sistemas se niegan a dejarse
contaminar. Mientras lo antiguo se resiste a desaparecer o a cambiar, lo nuevo
no encuentra su lugar específico, cómodo y definido.
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